LA NARANJA MECÁNICA
La historia se desarrolla en el Reino Unido en un futuro distópico marcado por la violencia y el autoritarismo. Alexander Delarge, el protagonista, lidera una banda de jóvenes marginales que esparce el caos a través de actos de violencia injustificados.
La naranja mecánica relata los crímenes de una banda de jóvenes británicos liderada por Alex. Este, tras haber sido juzgado y condenado a prisión por sus acciones, acepta someterse a un tratamiento psiquiátrico llamado Ludovico a fin de reducir el tiempo de la condena, tratamiento que aún se encuentra en fase experimental. Entonces, todo da un giro inesperado.
Al explorar cuestiones sociales y políticas intemporales, La naranja mecánica reflexiona sobre temas como la delincuencia juvenil, la psiquiatría, el libre albedrío y la corrupción moral de las autoridades. Perturbadora y repleta de imágenes crudas de violencia, se ha convertido en una película de culto aclamada por el público y la crítica y se ha erigido como una de las obras icónicas de Kubrick.
La naranja mecánica procede de una expresión popular cockney (una zona de Londres) que el autor escuchó en un pub de la capital: «As queer as a clockwork orange» (Tan raro como una naranja mecánica). Una expresión y una imagen «tan surrealista como obscenamente real», aseguraba el escritor; una maldad tan extrema que es capaz de «subvertir la naturaleza» y convertir una fruta en un autómata. Cuando unos años más tarde se le ocurrió una idea para una novela de ficción sobre un grupo de delincuentes juveniles, pensó que La naranja mecánica era el único título posible.
Malcolm McDowell
Stanley Kubrick nació el 26 de julio de 1928 en el Bronx, Nueva York. Se crio en el seno de una familia de origen judío. Kubrick tuvo su primera cámara a los trece años, obsequio de su padre, un médico y que le hizo conocer los principios fundamentales de la fotografía. Aficionado a la música, especialmente al jazz, fue batería en la Taft Swing Band.
Stanley se convertiría en uno de los cineastas más perfeccionistas y difíciles de la historia. Rodó su primer largo con dinero prestado, Miedo y deseo (1953), en el que el fue el encargado del guión, la dirección, la cámara y el montaje. Kubrick obtuvo un fracaso comercial pero buena acogida de la crítica. Sus dos siguientes películas, El beso del asesino (1955) y Atraco perfecto (1956), tuvieron idéntica aceptación y pese a su fracaso de público, le valieron un contrato con la United Artists.
En 1959, el alegato antibélico Senderos de gloria (1957), protagonizado por Kirk Douglas, consiguió el gran premio de la crítica en Bruselas. Durante el rodaje conoció a Christiane, con la que se casó y de la que no se separó hasta su muerte.
En 1960 Espartaco, con un presupuesto de 12 millones de dólares y un reparto estelar, obtuvo un éxito arrasador, al que siguieron Lolita (1962), basada en la novela de Vladimir Nabokov; Teléfono rojo: volamos hacia Moscú (1964); 2001, una odisea del espacio (1968), un hito del cine de ciencia ficción; la futurista y violenta La naranja mecánica (1971), a partir de la novela de Anthony Burgess; El resplandor (1980), según el relato de Stephen King; y La chaqueta metálica (1987), sobre la guerra de Vietnam.
Stanley Kubrick controlaba todo el proceso de producción de sus trabajos, supervisa el doblaje de sus películas a otros idiomas, y salvo ocasiones excepcionales, nunca permitió que se proyecten por televisión. Además, al abordar cualquier tipo de género, dota a sus películas de una fuerza creativa que lo libera de la dependencia de los grandes estudios. Fue candidato al Oscar en varias ocasiones y lo recibió en 1968 por los mejores efectos visuales en su película 2001: Una odisea del espacio.
Stanley Kubrick falleció el 7 de marzo de 1999 en Harpenden, Hertfordshire, Inglaterra, de un ataque al corazón cuando daba los últimos toques a Eyes wide shut, su último trabajo, en el que participaron Nicole Kidman y Tom Cruise.
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